Inspirado por mi estancia en China, las increíbles plantaciones de té en Hangzhou, el deslumbrante amarillo del Ginkgos Biloba que pude ver en mis paseos por la mañana por la China Academy of Arts, los Leones Fu, el Guardián de los templos.
Ahí es donde comenzó mi pasión por la abrumadora cultura del continente asiático.